
La estructura de un vehículo está compuesta principalmente por el chasis y la carrocería. El chasis es el esqueleto del coche, un armazón que sostiene y conecta todos los componentes principales, como el motor, la transmisión, la suspensión y la carrocería. Por su parte, la carrocería es la parte externa que cubre el vehículo, protege a los pasajeros y define su estética y aerodinámica.
Tipos de Estructuras
Existen diferentes tipos de estructuras, siendo las más comunes:
Chasis independiente: En esta estructura, el chasis y la carrocería son piezas separadas y unidas por tornillos, lo que facilita su reparación. Es común en vehículos industriales y algunos todoterrenos.
Carrocería autoportante o monocasco: En este tipo, el chasis y la carrocería forman una única pieza soldada. Es la estructura más utilizada en los vehículos modernos por su rigidez y ligereza. Algunas partes como el capó, las puertas y los parachoques son desmontables para su reparación.
Componentes de la Carrocería
La carrocería de un vehículo se compone de varias piezas, tanto externas como internas, que cumplen funciones específicas. Algunas de las más destacadas son:
Paneles exteriores: Incluyen las puertas, el capó, el techo, las aletas (guardabarros) y el maletero.
Parachoques: Ubicados en la parte delantera y trasera, su función principal es absorber el impacto en caso de colisión.
Pilares: Son las vigas de soporte que sostienen el techo, proporcionando rigidez estructural.
Cristales: El parabrisas, las ventanas y la luneta trasera.