
El objetivo principal de la fotografía forense es documentar de forma precisa, objetiva y detallada una escena del crimen o cualquier otro lugar de los hechos.
Esta documentación visual sirve para múltiples propósitos:
Fijación de la escena: Permite registrar el estado inicial del lugar antes de que cualquier evidencia sea movida o alterada. Esto es crucial para preservar la integridad de la investigación.
Preservación de la evidencia: Captura la ubicación y las características de cada indicio (como huellas dactilares, manchas de sangre, armas, etc.) en su contexto original. Esto asegura que la evidencia pueda ser analizada y presentada en un juicio sin riesgo de manipulación.
Reconstrucción de los hechos: Las fotografías son herramientas esenciales para que los investigadores, fiscales, jueces y jurados puedan visualizar y comprender la secuencia de eventos que condujo al hecho. .
Apoyo a otras disciplinas: La fotografía forense proporciona material de apoyo para otras especialidades periciales, como la balística, la dactiloscopía o la medicina legal, permitiendo a los expertos examinar los detalles sin estar físicamente en la escena.