
Con el paso del tiempo, surgieron las primeras civilizaciones en Europa, como la cultura de la Edad del Bronce en la península Ibérica, la civilización minoica en Creta, y la célebre civilización griega en la península helénica. Estas culturas se destacaron por sus avances en el arte, la arquitectura, la filosofía y la política, sentando las bases para la sociedad europea que conocemos hoy en día.
Durante la Antigüedad, Europa fue testigo de la expansión del Imperio Romano, que dominó gran parte del continente y dejó un legado duradero en la lengua, el derecho y la cultura. Sin embargo, la caída del Imperio Romano de Occidente en el siglo V d.C. marcó el fin de una era y el comienzo de la Edad Media en Europa.
En resumen, la Prehistoria y la Antigüedad fueron períodos cruciales en la historia de Europa, que sentaron las bases para su desarrollo futuro. Estos periodos nos permiten comprender cómo se formaron las primeras civilizaciones en el continente y cómo estas influenciaron la identidad europea hasta nuestros días.